Emilia Ramírez Campaña, abogada civilista y de derecho de familia en Málaga, estudió Derecho en la Universidad de Málaga y ejerce como abogada desde el año 2007. A lo largo de los trece años de ejercicio, Emilia ha ido profundizando sus conocimientos jurídicos en diversos ámbitos, sobre todo en el derecho civil.
Tras acabar la carrera y licenciarse en Derecho, Emilia estudió oposiciones a jueces y fiscales durante 2 años, tiempo que le fue de utilidad para cimentar un conocimiento sólido e integral del ordenamiento jurídico. Posteriormente comenzó a trabajar en un despacho especializado en representar a compañías de seguros. En esta labor aprendió mucho y en el 2011 decidió empezar su andadura en solitario, creando su propio despacho.
Por sus inicios como abogada, está especializada en el ámbito de la responsabilidad civil, fundamentalmente en lo relacionado con reclamaciones de indemnizaciones por accidentes de tráfico. En 2008 se empezó a interesar por la mediación y realizó un curso de Experto por la UNED en mediación familiar y a partir de ahí se fue especializando en el derecho de familia. Combina su trabajo de abogada con su vocación por la docencia impartiendo diversos cursos relacionados con la mediación y con la responsabilidad civil.
Emilia, ¿cuáles son los principales valores que inspiran vuestra actividad?
Mi despacho valora la honestidad con el cliente. Siempre valoramos muy a fondo la viabilidad del asunto y somos claros con el cliente en este sentido. Asimismo, nos gusta dar un trato cercano y una respuesta rápida, nos gusta que el cliente sepa y sienta que en todo momento estamos a su lado.
¿Qué parte de tu equipo de trabajo es esencial como especialistas en separaciones matrimoniales? ¿Hay algún elemento que nunca debería faltar y por qué?
Nuestro servicio en el ámbito del derecho de familia es doble porque ofrecemos tanto el asesoramiento jurídico como el psicológico para los clientes que lo deseen a través de la psicóloga que forma parte del equipo.
¿Cómo se tramita una demanda de pensión de alimentos?
En lo referido a cómo se fija una pensión de alimentos para unos hijos comunes, ésta se fijará junto con otras cuestiones, como la guarda y custodia, régimen de estancias y comunicaciones etc., o bien en el proceso de divorcio cuando los progenitores están casados o bien en un proceso de regulación de relaciones paterno filiales, cuando los padres no están casados.
Ambos procesos pueden ser contenciosos, cuando los progenitores no están de acuerdo, o pueden tramitarse de mutuo acuerdo. En el caso de un proceso contencioso, el abogado de uno de los padres deberá presentar la correspondiente demanda, posteriormente el juzgado le notificará al otro progenitor esa demanda y le dará un plazo para que su abogado conteste a la demanda, manifestando en qué puntos está de acuerdo y en cuáles no. Tras esto se fijará una fecha para celebrar el juicio y una vez celebrado, el juez dictará la correspondiente sentencia en la que se fijarán entre otras cuestiones, la pensión de alimentos.
Si los progenitores están de acuerdo, se presentará una demanda de mutuo acuerdo acompañando el correspondiente convenio regulador donde se recogerán, entre otras cuestiones, la pensión de alimentos. Posteriormente el juzgado citará a ambos padres para que ratifiquen el convenio aportado y una vez realizada la ratificación, si hay hijos menores o incapacitados, se le dará traslado al Ministerio Fiscal para que dé el visto bueno al convenio y si lo hace, el juez lo revisará y en su caso podrá aprobarlo dictando la correspondiente sentencia.
¿Cómo se determina la régimen de custodia y régimen de visitas?
La guarda y custodia de los menores puede ser compartida, de manera que los hijos pasarán el mismo tiempo con uno y otro progenitor, o puede concederse la guarda y custodia a uno solo de los padres, estableciéndose a favor del otro un régimen de estancias y comunicaciones.
En el caso de que se realice mediante un proceso de mutuo acuerdo, serán los padres quienes decidan qué tipo de custodia es la mejor para su familia y salvo que la opción elegida pueda ser perjudicial para los menores, lo acordado por los padres en el correspondiente convenio regulador, será aprobado judicialmente.
Sin embargo, en caso de desacuerdo entre los padres, será el juez quien, una vez celebrado el juicio, determine qué tipo de custodia es la mejor para los hijos comunes. Como decíamos, lo fundamental es el interés y bienestar de los menores, y los jueces suelen valerse de los informes psicosociales, emitidos por psicólogos, trabajadores sociales y demás especialistas tras una valoración de los padres y los menores y de las circunstancias.
¿En qué consiste la mediación y asistencia psicológica que brindáis a los clientes en cuanto a separaciones matrimoniales? ¿Cuáles son las vías de contacto que ponéis a disposición de vuestros clientes?
Creemos que la mejor solución para cualquier familia es la que la propia familia diseña, es su «traje a medida», nadie mejor que ellos para saber cuáles son sus circunstancias, necesidades, posibilidades etc. Por ello, siempre damos prioridad a la mediación y al acuerdo y además de ofrecer una asistencia jurídica, los clientes pueden también recibir, si así lo desean, ayuda y apoyo psicológico, que puede ir desde apoyo para afrontar la ruptura de pareja, a ayuda para saber cómo comunicar a sus hijos la ruptura entre sus padres, ayuda psicológica para aquellos hijos que no hayan afrontado bien la situación etc., etc.
Para contactar con nosotros pueden hacerlo vía email, whatsapp o llamada telefónica.
emilia@emiliaramirezabogados.es
690610644
Abogacía que defiende tus derechos en lo que más te importa
Los abogados civilistas como Emilia Ramírez Campaña lidian con la parte del Derecho que regula las relaciones más íntimas que pueden ser reguladas entre los miembros de la sociedad. Es por eso que sus asuntos tratan los temas especialmente sensibles en nuestra vida. A lo largo de su carrera, Emilia ha afinado su empatía y su capacidad de mediación para resolver los conflictos de la mejor manera para todos, defendiendo a sus clientes sin fisuras si es necesario ante un litigio. Asimismo, colabora con una psicóloga para que esta preste un servicio de asistencia a los clientes, ya que en muchas ocasiones el apoyo psicológico profesional es necesario y mejora la propia relación entre abogado y cliente.
